domingo, 20 de abril de 2008
Jessica Alba, “The eye”
La joven y guapa Jesica Alba protagoniza por completo la película de miedo The eye. Se trata de un remake de los hermanos Pang, para algunos una de los últimos filmes que merecen la pena de este género. Una cinta que, como viene siendo habitual en el terror, procede de Asia.
En esta ocasión, la dirección corre a cargo de David Moreau y Xavier Palud y del guión se encarga Jo Yuet-chun Hul. Como protagonista indiscutible, Jessica Alba. Y, por lo visto, los problemas de producción no han sido pocos.
Alba se convierte en una violinista ciega que, tras pasar por el quirófano para recibir un trasplante de córnea, recupera la visión. A partir de ahí, extraños sucesos la asaltarán en forma de imágenes que se escapan de su entendimiento. ¿Lo que ve es real o lo causa la operación a la que fue sometida??
Sinceramente la he visto este fin de semana y no me ha gustado mucho, vosotros que opinais???
sábado, 16 de junio de 2007
Anuncian huelga las salas de cine para el lunes
Los cines españoles se niegan a cumplirla cuota de pantalla, y en esas continúan hasta el punto de que han programado una huelga para el próximo lunes, justo el día de la semana en que no va prácticamente nadie, así pueden dar la pataleta con el mínimo perjuicio económico.
Tontos no son, eso ya lo tenemos claro.
La culpa debe ser del cine español, que es demansiado intelectual intelectual (ays, agujetas tengo de tanta risa), pero en medio de todo esto nos olvidamos de un buen número de espectadores que no tenemos acceso al cine original subtitulado en nuestras ciudades, ni a una mínima parte que se pudiera considerar razonable de cine europeo.
Perdón, que siempre me olvido de que este sector no interesa a nadie, continuo entonces, el paro patronal convocado por Fece se debe, según cuentan en La Vanguardia a las siguientes reivindicaciones:
En primer lugar las salas consideran que la cuota de pantalla (dichoso 25%) les obliga a programar películas (españolas) cuya recaudación es muy baja, lo que según Rafael Alvero, presidente de Fece, les ha supuesto dejar de ganar mil millones (no especifica si de euros, regalices o palomitas). Por lo tanto consideran que la cuota debe ser considerada inversión forzosa y por tanto generar alguna contrapartida.
La segunda queja se debe a que las salas dicen estar a merced de las cinco grandes majors norteamericanas que marcan precios de alquiler muy superiores a los del resto de Europa y obligan a programar películas en paquetes (es decir por una con buena taquilla tienen que sacar varias que no va a ver nadie), y piden que el gobierno intervenga, de acuerdo con los postulados del Tribunal de Competencia, que ya les dio la razón parcialmente.
Es decir, que los cines españoles no tragan con la cuota de cine europeo porque les supone pérdidas, pero en cambio si tragan con los bodrios desconocidos que les endosan las majors norteamericanas (que también les producen pérdidas), y encima quieren que venga el gobierno a sacarlos del lodazal donde se han metido, que les sale muy caro. Al menos esto es lo que entiendo yo, hasta donde mis desgastadas neuronas me permiten.
Por último, para ganarse la simpatía supongo de todos los consumidores, piden que la ley consagre las ventas de exhibición, es decir, que no pueda ser comercializada una película en televisión o DVD hasta seis meses después de su estreno, algo que actualmente se cumple, pero que no hay garantía legal de que siga siendo así en el futuro, ante el empuje de las descargas legales o ilegales en internet.
¿Tan difícil sería dedicar algunas de las primeras sesiones a cine europeo en versión original?
¿No sería una forma de dar vida a unos horarios desaprovechados que se llenarían (al menos en parte) por un sector de público eternamente agradecido, que hasta ahora esta siendo ignorado totalmente en la mayoría de ciudades españolas?
¿Cuando uno monta una sala de cine, no sería bonito que tuviera algo de amor y respeto por el cine, para variar?
miércoles, 2 de mayo de 2007
Concursante, el cine y la economía
Luego, con la aparición del personaje de Chete Lera (magnífico, una vez más) asistimos de forma rápida a un completo curso de microeconomía, que nos desvela, de forma en verdad pavorosa la realidad que vivimos cada día, económicamente hablando.Lastima, pero cosa lógica, que en los minutos siguientes todo sea irregular, con buenos momentos, como el registro a la casa del protagonista, con ese "zapateao" del mismo, con otros un tanto caóticos, donde Sbaraglia, que logra, en líneas generales, un excelente trabajo, se muestra un tanto desatado. Y al final, asistimos a un hermoso epílogo, magnificado por una bellísima música.Un epílogo que, por cierto, se perdieron la mitad de los espectadores de la sala en la que la vi, pues se fueron a todo correr como si se hubiese desatado un incendio. Ni lo entiendo ni nunca lo entenderé.No sé, la verdad, para qué va cierta gente al cine si no le interesa ni cómo finalizará verdaderamente la historiamiércoles, 18 de abril de 2007
Auge de las series, caída del cine
El auge de las series es un reflejo de lo que viene ocurriendo en los EE.UU. desde la década de los setenta con series precursoras e innovadoras como "Cheers", "Luz de Luna", "Friends" o la más reciente "C.S.I.". Esto repercute en el cine de dos maneras: por un lado, le resta público y financiación; y, por otro lado, ante la imposibilidad de hacerles la competencia, las películas se transforman en un género espurio a mitad de camino entre una y otra. Sendos ejemplos de esta hibridación lo constituyen "El otro lado de la cama" y "Días de fútbol", ambas con guión de David Serrano, que es el autor de este vitando mestizaje. Que el cine se vea abocado a una realización deudora de las series televisivas es, sin duda, muy negativo desde el punto de vista de la calidad, y más aún cuando las series modelo son "Los Serrano" y "Aquí no hay quien viva", auténticos ‘blockbuster’ de la pantalla pequeña, pero cuyos guiones son mediocres y aun execrables a nivel ético. Buena culpa del estado de las cosas la tiene "7 Vidas", cuyo equipo de guionistas es considerado por muchos como la quintaesencia del ingenio, pero que a mi juicio sólo pergeña chistes fáciles y pretendidamente buidos. Si al menos se imitara a las series clásicas de los EE.UU., estas películas espurias serían un poco más dignas. En resumen, se puede decir que hemos asimilado mal la herencia norteamericana, transformándola en una materia corrompida. El capítulo interpretativo también encuentra eco en este fenómeno contemporáneo. Nos hemos acostumbrado a ver desfilar a los mismos actores tanto en el cine como en la televisión. Quizás el paradigma más representativo de esto sea Fernando Tejero, aunque hay otros actores como Carmen Machi que no le van a la zaga, y que a buen seguro no tardarán en dar el salto al cine. Su ubicuidad puede llegar a ser agobiante. ¿De verdad los actores curtidos en los platós de televisión son aptos para el cine? También cabe la pregunta inversa: ¿todos los actores que han trabajado en el cine pueden adaptarse al formato televisivo? En los EE.UU. estos flujos entre medios audiovisuales se suelen saldar en fracaso, como lo demuestra la escasa aceptación que el popular reparto de "Friends" ha encontrado en el cine.martes, 10 de abril de 2007
Los débiles apoyos del cine español
Diego Galán en su columna cámara oculta
Todo esto viene a propósito de dos cosas. La pelea que tiene toda la industria cinematográfica de este país respecto a la tan discutida nueva ley del cine, y el hecho de que la industria americana ya está poniendo en marcha su aparato de marketing, vendiendo a bombo y platillo no sólo la película, sino también los propios trailers. Los ejemplos más recientes los encontramos con Piratas del Caribe, Ratatouille (aunque hay que reconocer que este trailer sí es muy bueno) y 300.
Pero volviendo a Diego Galán, me parece acertadísima su reflexión sobre estos dos hechos, que acaba con la pregunta que destacaba al inicio de la entrada.
“Mientras las cadenas de televisión retan con interrumpir la producción, y las salas cinematográficas, con deshacerse de la obligada exhibición de filmes europeos, el cine del imperio americano se frota las manos. Se está anunciando a bombo y platillo el estreno ¡de un tráiler!, el de Piratas del Caribe en el fin del mundo. Esta película no será estrenada en cines hasta finales de mayo, pero los hábiles vendedores de Hollywood han conseguido convertir en noticia su tráiler de promoción. Anuncian que será visto a la vez por 200 millones de espectadores de 31 lenguas distintas, en 62 países. Curiosamente, en España es una cadena de televisión la que presume de ofrecer la primicia de dicho tráiler, nada menos que en un telediario, la misma cadena que patrocina el cine español del Festival de Málaga. ¿Están las televisiones a favor del cine o en su contra?”
Porque, en este caso, lo de Antena 3, clama al cielo. Aunque ya sabemos el tipo de cine que defiende... ¡la del money! Y aquí hay un punto en el que el público se debería rebelar, ¿o es lo que verdaderamente reclama que le informen?
lunes, 26 de marzo de 2007
Scorsese y DiCaprio, de nuevo juntos en "Wolf"

jueves, 15 de marzo de 2007
Hannibal, el origen del mal
Hannibal Lecter, el personaje que un tiempo nos sedujo y atemorizó en ‘El silencio de los corderos’ y que ha dado pie a otros films, como ‘Manhunter’ (1986), ‘El dragón rojo’ o ‘Hannibal’, se nos muestra en una etapa de su vida más temprana a todas éstas en lo que muchos llamarían “precuela”.De la mano de Thomas Harris, el reconocido autor de bestsellers, Gaspart Ulliel, que dio vida al personaje, y del director Peter Webber (‘La joven de la perla’), llega a nuestras pantallas ‘Hannibal, el origen del mal’ (‘Hannibal Rising’, 2007), película con la que descubrimos las motivaciones de este asesino, este caníbal, este —como lo definen en el film— monstruo .
El film comienza cuando Hannibal es un niño y queda huérfano durante una matanza ocurrida en la Segunda Guerra Mundial. Junto con su hermana, se refugia en una casa que pronto es atacada y saqueada por unos despiadados soldados. Los malos tratos que reciben ambos críos, que derivarán en la muerte más cruel que podría tener la pequeña, provocan en el joven Hannibal unas ganas de venganza que satisfará en cuanto cumpla unos años más.
‘Hannibal, el origen del mal’ es una película que trata de manera muy sobria y elegante los escabrosos hechos que muestra, que podrían incluso considerarse como gore. Para ello, la preciosista fotografía de Ben Davis resulta un factor fundamental. Le acompañan en el reparto Gong Li (‘Corrupción en Miami’, ‘La maldición de la flor dorada’), en un papel bastante secundario, pero que interpreta con total corrección. Rhys Ifans (‘Atando cabos’, ‘Nothing Hill’) encarna al antagonista.


